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Reseña Historica de los Satélites en América Latina

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Mensaje por GuayanaSat Miér Dic 08, 2010 9:11 pm

Satélites en América Latina. Síntesis de realidades y proyectos




América Latina se ha ido incor­porando al mundo de los sa­télites con la misma desi­gualdad con la que se incor­poró al mundo de la televi­sión. Cada país latinoameri­cano ha ido adquiriendo tec­nología informativa según su particular gra­do de desarrollo y proyecto político interno.

Los primeros países que contaron con tele­visión fueron México, Brasil y Argentina; los últimos ‑diecinueve años después‑ fueron Paraguay y Bolivia. Los primeros países que ingresaron al Sistema Intelsat para comunica­ciones internacionales vía satélite fueron Mé­xico, Brasil, Argentina, Chile, Panamá y Perú, todos ellos entre 1968 y 1969; en 1980 se in­corporaron Bolivia, Uruguay y Guatemala. Los primeros países que cuentan con sistemas de satélites nacionales son México y Brasil, am­bos instalados en 1985. Probablemente estos dos países serán los primeros en instalar sa­télites de difusión directa.

Una vez recordadas estas diferencias, pa­semos a dar un sintético panorama de los sa­télites en América Latina, partiendo de la in­serción de algunos países en el Sistema In­telsat, para mencionar después tres proyec­tos nacionales (México, Brasil y Colombia), dos proyectos regionales (Cóndor y Panam­sat) y terminar estas líneas con una breve re­seña prospectiva de lo que serán los satéli­tes de difusión directa.



INTELSAT



Puede decirse que la historia de los satéli­tes de comunicación en América Latina se ini­cia en 1968 con la entrada en servicio de las estaciones terrenas que captaron las señales del Intelsat III y IV. Mencionamos a continua­ción algunos datos' de los países de mayor participación en el Sistema Intelsat.



Brasil: puso en operación la estación Tan­guá 1 en 1969, la Empresa Brasileña de Tele­comunicaciones tiene una inversión de 3.04% en el sistema. Argentina: con una participa­ción de 1.27% cuenta con dos estaciones te­rrenas, colocadas en 1969 y 1972. México: co­locó la estación de Tulancingo I en 1968 para la transmisión de los juegos olímpicos, la de Tulancingo II en 1980 y su participación en In­telsat es de 0.62%. Colombia: la empresa TE­LECOM aporta el 0.73% de las acciones de In­telsat y el país cuenta con dos estaciones Chocontá I y II instaladas en 1970 y 1981 res­pectivamente. Venezuela: la Compañía Anó­nima Nacional de Teléfonos participa con el 1.30% en Intelsat y recibe las señales a través de las estaciones de Camatagua I y II.



LOS PROYECTOS NACIONALES DE SATÉLITES EN AMÉRICA LATINA



A comienzos de la década de los ochenta varios países latinoamericanos, entre los que se cuentan Argentina, Brasil, Colombia, Chile, México, Perú y Venezuela, ingresaron al con­junto de países que utilizan el servicio de arrendamiento de canales o transpondedores a la organización Intelsat para sus comunica­ciones nacionales.



Los contratos correspondientes a Brasil y México concluyen en 1985 y no serán reno­vados, ya que cada uno ha adquirido un sis­tema propio de satélites de comunicación que entrará en funcionamiento durante el presente año. En los dos casos al igual que en el resto de países, la infraestructura terre­na que han venido utilizando para el mencio­nado servicio, forma parte fundamental de los nuevos y de los futuros proyectos de satéli­tes nacionales o regionales de comunicación en América Latina.



EL SISTEMA BRASILEÑO DE COMUNICACIONES POR SATÉLITE



En Brasil, la operación del sistema de co­municaciones por satélite, Brasilsat, está a car­go de la Empresa Nacional de Telecomuni­caciones, EMBRATEL. Correspondió a dicha empresa la contratación para la adquisición de un sistema de satélites con el consorcio canadiense Spar Aerospace y con la empre­sa norteamericana Hughes Aircraft Co., en el mes de junio de 1982.

El sistema está compuesto por dos satéli­tes tipo Hughes HS 376 cilíndricos, el primero de los cuales fue puesto en órbita geoesta­cionaria el 8 de febrero de 1985 mediante el cohete fancés Ariane. El segundo artefacto será lanzado entre los meses de junio y julio próximos desde la base espacial de Kourou, en la Guayana Francesa. Las posiciones orbi­tales asignadas al Brasilsat son la 65° y 70° Oeste.

De los 24 transpondedores de cada satélite Brasilsat, 5 se destinarán a la retransmisión de televisión nacional y 1 se adjudicará a la te­levisión educativa exclusivamente. Otro ca­nal se empleará para las comunicaciones en­tre unidades militares en todo el país. Ade­más se ha previsto la utilización del sistema para obtener información meteorológica y para servicios de protección aueronáutica. La capacidad restante se destinará a los servi­cios de telefonía, télex, transmisión de datos y facsímil, entre otros. (2)



INFRAESTRUCTURA TERRENA Y COSTOS DEL BRASILSAT



La integración de la industria electrónica brasileña con el sistema de comunicaciones por satélites se ha concentrado mediante la instalación de la infraestructura terrena para los servicios nacionales. Tres empresas bra­sileñas recibieron los contratos para la fabri­cación de antenas de diferentes característi­cas y diámetro. El objetivo para 1985 es ins­talar 84 estaciones terrenas en condiciones de recibir las señales de los satélites 1 y 2 del sistema, y ampliar esa cantidad a 200 estacio­nes conectadas a la red telefónica nacional para fines de la década. A éstas se sumarán miles de antenas para recepción de televi­sión, con el objeto de cubrir el territorio nacional con programas de televisión, tanto co­mercial como educativa.(3)

El costo total del sistema Brasilsat es de US$209.833 millones de dólares, sin contar con el de la infraestructura terrena de esta­ciones y antenas parabólicas. De tal cantidad, 86.3 millones de dólares corresponden a los dos satélites; 58 millones de dólares a los dos lanzamientos; 14.136 al seguro de lanzamien­to y el resto a la estación de telemetría y co­mando, a los servicios adicionales de funcio­namiento y otros equipos adicionales. (4) El fi­nanciamiento del contrato con Spar Hugliés está a cargo de entidades internacionales de Canadá, Francia y Estados Unidos y de con­sorcios bancarios.



EL SISTEMA DE COMUNICACIONES POR SATÉLITE EN MÉXICO



El gobierno de México, a través de la Se­cretaria de Comunicaciones y Transportes, es el encargado de la administración y funcio­namiento del sistema mexicano de satélites que entrará en operación en el segundo se­mestre de 1985. Dicho sistema, denominado «Morelos», está proporcionado por la empre­sa norteamericana Hughes Communications International, filial de la Hughes Aircraft Co., cuyo contrato fue adjudicado en el mes de octubre de 1982.

El sistema Morelos está compuesto por dos satélites de la serie HS 376 de la Hughes, ci­líndricos del tipo híbrido, con capacidad para funcionar en dos bandas, la C y la Ku. Cada satélite cuenta en la banda C con 18 canales y en la banda Ku con 4, para un total de 22 transpondedores por artefacto. Los satélites 1 y 2 tendrán una vida útil de 9 años, a partir de su puesta en operación que ocurre 3 me­ses después de su lanzamiento.

La Secretaría de Comunicaciones y Trans­portes contrató con la NASA el lanzamiento de los satélites del sistema Morelos, el prime­ro de los cuales se efectuará en mayo de 1985 y el segundo en noviembre del mismo año mediante el transbordador espacial Discovery. Los satélites mexicanos serán coloca­dos en los grados orbitales 113.5 y 116.5 Oeste.

El costo total del sistema Morelos se esti­ma en US$150 millones de dólares, sin contar con el monto de la infraestructura terrena. Esta cifra incluye, además de los dos satélites, estación de control y entrenamiento de personal que suman 92 millones de dólares, el lanzamiento de los dos satélites ‑24 millo­nes de dólares‑, el seguro de lanzamiento, el equipo de lanzamiento contratado con la empresa norteamericana Mc. Donnell Dou­glas y la supervisión de la fabricación del sis­tema, a cargo de la Comsat General Cor­poration.



INFRAESTRUCTURA TERRENA Y SERVICIOS DEL SISTEMA MORELOS



Cuando México comenzó a arrendar a In­telsat tres transpondedores para sus comuni­caciones nacionales, en 1981, se inició la pri­mera etapa de lo que se denomina red nacio­nal de estaciones terrenas. Esta se encuentra dividida en 13 zonas geográficas que inclu­yen todos los estados de la República mexi­cana. Para fines de 1984, la mencionada red estaba compuesta por 197 estaciones con igual número de antenas parabólicas, a tra­vés de las cuales se efectúa la transmisión de televisión de los canales 13 y TRM propiedad del Estado y Canal 2, de la empresa privada Televisa. (5)

La Secretaría de Comunicaciones y Trans­portes ha informado que cuando entre en operación el primer satélite del sistema Mo­relos ‑en agosto del presente año‑, estarán instaladas 277 estaciones terrenas que cubri­rán el territorio nacional con servicios de te­levisión, telefonía, télex, transmisión de datos y facsímil.

La instalación de las antenas y equipo que hasta el presente año opera en México, ha es­tado a cargo de empresas extranjeras, como son la Nippon Electric Co. y la Scientific At­lanta, las cuales tienen además subsidiarias en el país que ensamblan el equipo que será instalado. Algunas pequeñas empresas de ca­pital mexicano han comenzado a fabricar pe­queñas antenas parabólicas, pero no es un producto que aún surja totalmente de la elec­trónica nacional.



EL PROYECTO COLOMBIANO DE SATÉLITES DE COMUNICACION



Como se mencionó, siete países latinoame­ricanos utilizan los satélites Intelsat para uso nacional mediante el arriendo de transponde­dores. Las posibilidades planteadas por di­versos estudios de factibilidad para ampliar las comunicaciones por medio de satélites llevaron a que también Colombia, al igual que Brasil y México, estudiara la posibilidad de adquirir su propio sistema.

Así, en 1980 comenzaron los estudios del proyecto denominado Satcol y durante los dos años siguientes el gobierno colombiano le proporcionó el apoyo requerido hasta lle­gar a la etapa de selección de fabricante del sistema. Sin embargo, con el cambio de go­bierno en agosto de 1982, el proyecto Satcol se pospuso para un futuro. Los argumentos para tal decisión fueron básicamente políticos y presupuestarios. Por una parte, se conside­ró que por la alta suma que se pagarla ‑más de 200 millones de dólares‑,los sátelites co­lombianos podrían utilizarse para telecomu­nicaciones no sólo dentro del territorio nacio­nal sino fuera de él, lo cual atentaba contra las normas establecidas por Intelsat en cuan­to a comunicaciones internacionales. Y por la otra, dicha suma estaría a cargo de la Empre­sa Nacional de Telecomunicaciones, TELE­COM, cuyo presupuesto a esa fecha era de­ficitario. (6)



Desde 1982, Colombia, como país integran­te del Grupo Andino, ha venido apoyando la reactivación del estudio para el sistema su­bregional de satélites, denominado proyecto Cóndor, el cual estará integrado por los paí­ses que forman el Acuerdo Subregional An­dino.



EL PROYECTO CONDOR DE COMUNICACIONES POR SATÉLITE



Durante el desarrollo de la TV Reunión de la junta Directiva de la Asociación de Empre­sas Estatales de Telecomunicaciones del Pac­to Andino, ASETA, celebrada en la ciudad de Caracas en septiembre de 1976, se aprobó el estudio preliminar para el establecimiento de un sistema de comunicación por satélite para los países andinos. Desde 1977 hasta 1982, en la XIII Reunión de la citada junta, el proyecto Cóndor estuvo prácticamente suspendido y cada país continuó individualmente con sus planes para utilizar la tecnología espacial.

La reactivación del estudio para el sistema subregional comenzó en la última reunión mencionada, y posteriores reuniones de ASE­TA han llegado a elaborar un informe sobre el estudio de viabilidad y avance del proyec­to (7). A finales de 1984, los presidentes de las empresas estatales de telecomunicación de los cinco países que integran el Grupo Andi­no, aprobaron el citado estudio. En él se indi­ca que tendrá un costo ‑a precios de 1987 ­de 309 millones de dólares y que la capaci­dad del sistema será de 24 transpondedores. Dicho proyecto comenzaría a operar entre 1990 y 1992, con una alta potencia de radia­ción concentrada en la cobertura de los cin­co países andinos, con especial énfasis en las zonas rurales.



EL PROYECTO DEL SATÉLITE PANAMERICANO DE COMUNICACIONES



En el mes de mayo de 1984, la Pan Ameri­can Satellite Corporation de Estados Unidos solicitó el permiso a la Federal Communications Commission, FCC, para la construcción, lanzamiento y operación del primer satélite subregional del hemisferio occidental. El ob­jetivo del llamado Panamsat es suministrar señales de audio y vídeo entre Nueva York y Miami en Estados Unidos y todos los paí­ses de América Latina. Dicha corporación pla­nea utilizar un satélite del tipo Hughes HS 393, híbrido con 36 transpondedores, con el pro­pósito de arrendar o vender algunos de és­tos a estaciones de televisión, organizaciones internacionales de noticias, gobiernos u otros usuarios en la región. El sistema será lanzado en 1992, en el grado orbital 57 Oeste.



SATÉLITES DE DIFUSION DIRECTA



Del 13 de junio al 17 de julio de 1983 se rea­lizó en Ginebra la Conferencia Administrati­va Regional de la UIT para la planificación del servicio de radiodifusión por satélites en la región 2 (continente americano y Groenlan­dia), en la que los países de América Latina obtuvieron sus posiciones orbitales para di­fusión directa.

A partir de ese momento se inician los es­tudios para la utilización de las posiciones. En la misma Conferencia de la UIT algunos paí­ses exteriorizaron su intención de utilizarlas a corto plazo. México, por ejemplo, afirmó que tiene «posibilidad de iniciar la operación del servicio de radiodifusión por satélite hacia 1986, continuando su desarrollo y la ocupa­ción progresiva de canales hasta 1991 (plazo medio), hasta su ocupación total entre 1993 y 1995». (Cool Por lo pronto, este país anunció, en sus programas de gobierno, que para 1986 pon­drá en funcionamiento un satélite de difusión directa. (9)

Mientras cada país analiza sus posibilida­des de utilización de las posiciones orbitales, las compañías constructoras de satélites se apresuran a hacer propuestas. La Hughes Air­craft Company sugiere soluciones técnicas y uso de un mismo satélite para países vecinos (América Central y el Caribe, por ejemplo), del mismo modo que analiza coberturas, po­tencias y número de canales que podrían ofrecer tres modelos de la llamada «familia Hughes» para América Latina: el HS 376, el HS 393 y el HS 394. (10) No cabe duda de que el ma­yor proyecto de satélites de difusión directa es el PANAMSAT, no sólo porque se propo­ne que la señal del satélite bañe a todos los países de América Latina y a las zonas nor­teamericanas de habla hispana, sino porque en el proyecto se muestra interesado el go­bierno español. Todo parece indicar que hay coincidencia de intereses entre la empresa mexicana Televisa (la cual a través de su fi­lial Spanish International Network está solici­tando la posición orbital) y el Ministerio es­pañol de Industria y Energía, según fue ex­presado por el presidente de la comisión es­pañola para la commemoración del quinto centenario del descubrimiento de América. (11) La información disponible coincide en afirmar que un satélite panamericano será lanzado en octubre de 1992.



NOTAS



1. Datos tomados de Boletines de la Unión Internacional de Te­lecomunicaciones e Informes anuales de Intelsat, en: Fadul, L. M. «Los satélites de comunicación en América Latina. En: Arriaga P. y J. Baldivia, coords, La industria cultural en América Latina, Mé­xido, CEESTEM, 1982. Documento.

2. Fadul, L. M. Las comunicaciones vía satélite en América Lati­na: cuáles son las opciones? México, ILET, 1982. Documento.

3 Revista Nacional de Telecomunicaçoes, April, 1984, pág. 11.

4. Siqueira, E. “Comenpa a contagem regressiva», Revista Na­cional de TelecomunicaFoes, julho, 1982, pág. 29.

5 Fadul, L. M., F. Fernández y H. Schmucler, «Satélites de comu­nicación en México», Comunicación y cultura, marzo, 1985.

6 Niño, J. «Satélite y soberanía», Las cinco maravillas de Colom­bia, Bogotá, FEDCSO, 1982.

7 TELECOM, Sistema Andino de telecomunicaciones por saté­lite, Bogotá, Telecom, 1984, Documento.

8 UIT, Actas finales de la conferencia administrativa regional para la planificación de servicios de radiodifusión por satélites en la Región 2, Ginebra, UIT, 1983, Documento, núm. 41‑5, 15 de ju­nio, 1983; pág. 14.

9 Poder Ejecutivo Federal, Programa General de Comunicacio­nes y Transportes 1984‑1988, México, 1984; cuadro IV‑I.

10.Sión, E. Direct Broadcast Satellite Options for Latin America, El Segundo, California, Hughes Aircraft Co. Mayo, 1984.

11 TELCOM HIGHLIGHTS, august, 22, 1984; paf. 11.
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